Sé que
siempre digo que la receta de turno que publico es súuuuuper
recomendable, lo sé, pero ésta, junto con la de la tarta mágica que publicaré más
adelante, son LAS RECETAS del verano, y ésta en cuestión además de
fresquita, cargada de vitaminas. Dos veces seguidas la hice porque la primera
voló en nada.
Ingredientes:
Para la base:
190 Gr. de harina (en mi caso 70 integral + 120 normal)
1/2 cucharadita de polvo de hornear
1/4 cucharadita de bicarbonato de sodio
1/4 cucharadita de sal
150 Gr. de azúcar granulada
110 Gr. de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente pero no demasiado blanda
1 huevo grande
1 cucharadita de extracto de vainilla
Preparación:
Prepara un molde para pizza de unos 30 cm, con papel de hornear
y engrásalo.
En un bol mezcla la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal.
Reserva.
En el cuenco de una batidora de pie provista de una pala (o con
una eléctrica con la varilla), bate el azúcar y la mantequilla hasta que esté
cremoso.
Mezcla el huevo con la vainilla y agrega lentamente.
Incorpora ahora los ingredientes secos poco a poco.
Engrásate ligeramente las manos con aceite para cocinar (para que no se te pegue) y luego
extiende la masa de galletas en el fondo del molde, que previamente has
preparado, en una capa lo más uniforme posible.
Hornea de 12 a 14 minutos hasta que los bordes estén dorados.
Deja enfriar 10 minutos en el molde y después, con mucho cuidado
pues es bastante frágil, desmolda sobre rejilla y deja que se enfríe
completamente
Para montar la tarta:
230 Gr. de queso crema
(tipo Philadelphia), atemperado pero aún fresco
50 Gr. de azúcar
granulada
1/2 cucharadita extracto
de vainilla
Surtido de fruta fresca
(como por ejemplo kiwi, fresas laminadas, frambuesas, arándanos
y gajos de mandarina en conserva)
75 Gr. de mermelada de
albaricoque, pasada por un colador para eliminar posibles grumos
1 cucharada de agua
En un bol mezcla con una batidora de mano eléctrica (o en el cuenco de una batidora de pie), el queso crema con el azúcar y la vainilla hasta que la mezcla esté suave y esponjosa.
Extiende uniformemente
sobre la masa ya fría.
Dispón la fruta como más te
guste.
En un bol pequeño mezcla
mermelada colada y agua. Pincela con esta mezcla sobre la fruta ya dispuesta para
darle brillo y también evitar así que se seque la fruta.
Ponla a refrigerar un par
de horas (yo lo hago con unos palillos tronchados en su punta superior y clavados
en la tarta y sobre éstos film transparente para que el plástico no toque la
fruta, o si tú tienes un “invento” mejor ¡cuéntamelo por favor !)
Y este trozo para la foto, me supo a gloria después de la sesión :o) |
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